Ayer se celebró en todo UK la fiesta de Guy Fawkes Night, también conocida como Bonfire Night. Para poder explicar los orígenes de esta fiesta, tenemos que remontarnos al año 1605, cuando Guy Fawkes fue arrestado por colocar explosivos bajo la cámara de los Lores. De esta manera, desde entonces y cada día 5 de noviembre se celebra el fracaso de Guy Fawkes y el hecho de que el rey James I sobreviviera a dicho atentado.
Como curiosidad, comentar que la famosa máscara que hoy utilizan los indignados y que en su día podimos ver en la película V de Vendetta, pertenece al rostro de este histórico personaje. De hecho, este fin de semana esta celebración ha estado marcada por nuevas manifestaciones de los indignados en Londres. Cientos de manifestantes salieron a la calle cubriendo sus rostros con las máscaras de Fawkes.
Volviendo al tema principal, durante esta tradicional fiesta británica todo Reino Unido se llena de fuegos artificiales en cuanto cae la noche, así como de hogueras en las que se queman peleles representando a Guy Fawkes. De hecho, podríamos decir que es como la celebración de San Juan en Cataluña, pero a la inglesa y con bastante más frío 🙂
Muchos de los parques de Londres se preparan para poder ser lugar de reunión y festejo en donde, además, poder disfrutar de los espectáculos pirotécnicos que inundan toda la ciudad. No obstante, la mayoría de estos lugares requieren de un ticket de entrada (de entre 5 y 20 libras según el lugar) para poder ver los fuegos artificiales desde allí; entre otros sitios, Battersea Park, Crystal Palace o Barking Park.
Una alternativa más que interesante a la opción de pagar para ver los fuegos, es ir al parque situado al norte de Regent’s Park, llamado Primerose Hill, donde se tiene una impresionante vista del skyline de Londres y, por consiguiente, se puede disfrutar de los fuegos artificiales, y sin pagar por ello.
De esta manera, ayer nos fuimos a Primerose Hill cargados con algo de comer y beber. A pesar del frío que nos acompañó y de no haber ido bien preparados para la ocasión (los grupos de amigos y familias a nuestro alrededor llevaban mantas sobre las que sentarse, ropa de más abrigo y, como no, mucha bebida) pudimos disfrutar de las magníficas vistas de Londres, así como de los fuegos artificiales típicos de la noche.
