Aunque por el bien de nuestra economía es mejor limitarse a hacer fotos a los taxis de Londres como la mayoría de los turistas, en ocasiones el taxi se convierte en la mejor opción de transporte, y merece la pena dejarte unos cuantos pounds en él. Aunque como icono turístico los taxis solían ser todos de color negro, actualmente se pueden ver de prácticamente cualquier color (e incluso forrados de publicidad) y en versiones muy cómodas.
Los taxis de Londres están dotados de un máximo de 5 asientos, por lo que es muy recomendable viajar en grupo, ya que es la manera de que la carrera nos salga lo más económica posible.
Actualmente existen más de 20.000 taxis dando vueltas por Londres. Todos los taxistas poseen amplios conocimientos de las calles, las atracciones, los museos, lugares turísticos… pues para obtener su licencia deben presentarse al examen conocido como “The Knowledge“. La preparación para ese examen dura dos años, ¡casi una carrera universitaria!. Para pasarlo, los futuros taxistas deben memorizar unas 20.000 calles de Londres y aprender a calcular la ruta más rápida. Vamos, ni Google Maps. Eso sí, sólo por las tarifas que llegan a cobrar vale la pena pasar por ese difícil examen.
Por norma general los conductores de taxi en Londres están obligados a aceptar cualquier viaje de hasta 12 millas o de hasta una hora de duración, si el mismo es dentro de Londres; y digo “por norma general” ya que nos ha pasado lo contrario. Por otro lado, el conductor puede rechazar cualquier viaje en el cual el destino sea fuera de Londres y si aceptara realizarlo, podría negociar la tarifa final con el pasajero.
¿Cómo cojo un taxi en Londres?
Los taxis libres se pueden reconocer facilmente gracias a la señal luminosa encendida encima del parabrisas. Lo único que hay que hacer es hacer un gesto levantando el brazo para que el conductor se pare, y es entonces cuando debes acercarte a la ventanilla del taxi para indicarle la dirección a la que te dirijes. Después de pelearte con la pronunciación exacta del nombre de la calle y una vez el taxista acepte el trayecto, ya podemos meternos en el taxi (a diferencia de en España, que primero nos montamos y luego indicamos nuestro destino). El precio se calcula según el trayecto. Existen suplementos para pasajeros extra, maletas en el asiento anterior y trayectos nocturnos.
La otra categoría (más económica) de taxis londinenses, se llama Minicab, para diferenciarlos de los black cabs. Los Minicab son taxis privados, coches normales, que necesitan la reserva en la mayor parte de las veces. Normalmente, al realizar la reserva ya se pacta el precio final del trayecto a realizar.
Una buena manera de calcular cuanto podría costarte un viaje en taxi desde un punto A a un punto B es a través de una aplicación que encontramos hace unas semanas en Android Market, llamada ubiCabs, que a pesar de estar más orientada a los Minicabs, permite obtener la tarifa para nuestro trayecto en taxi con una precisión del 90% (cosa que hemos comprobado personalmente en algunos de nuestros desplazamientos en taxi)
En cuanto a las propinas… si te ha parecido económico el viaje (cosa que dudamos) puedes dejar el 10% que suelen dejar los ingleses, aunque lo más habitual es redondear hasta la libra superior.