Enero de 2015 llegó hace unos días y con él el momento de despedirnos de nuestros familiares y amigos y volver a nuestros países de acogida.
Si llevas poco tiempo viviendo fuera de España el fin de la Navidad puede ser bastante duro, pues es ese momento en el que, tras días o semanas de celebraciones rodeado de tu gente, te toca volver a la rutina, a un lugar al que aún no te has adaptado y a un trabajo que, tal vez, ni siquiera te gusta… pero es un trabajo…
Evidentemente, por muchos años que lleves fuera, despedirte de la gente que quieres nunca es plato de buen gusto, pero es algo a lo que poco a poco te vas acostumbrando, haciéndose cada vez más llevadero. Y no sólo porque te has acostumbrado a las despedidas o a estar lejos de los tuyos, sino también porque te has acostumbrado a tu vida en tu ya-no-tan-nuevo país.
1 de enero – toca volver a casa
Y es que, a no ser que hayas cogido algunos días más de vacaciones en tu trabajo, el día 1 de enero marca el final de las vacaciones de Navidad para la mayoría de españoles que vivimos y trabajamos en el extranjero. Ni cabalgata el día 5 ni festivo el día 6…y de roscón de reyes ya ni hablamos (¡desafortunadamente!).
Precisamente a Jesús y a mí nos tocó volver a casa este pasado día 1. Esta vez, aprovechando que estaban de fiesta, tanto mis padres como los de Jesús nos acompañaron al aeropuerto de Barcelona, donde eran muchas las familias que, como nosotros, se despedían nuevamente, esperando volverse a ver muy pronto. Curiosamente, un equipo de Informativos Telecinco también estaba allí, grabando un reportaje que emitió en la edición del telediario de las 22:00h del día 1 de enero.
En este reportaje de Informativos Telecinco, que podéis ver a partir del minuto 30:00 del vídeo, podéis vernos a Jesús y a mí despidiéndonos de nuestras familias, a mi madre diciendo lo que todas las madres con hijos fuera piensan, y a mi padre poniendo el punto de humor al reportaje… ¡menudas estrellas de la tele que estamos hechos! 😛
Y la maleta llenita hasta los topes
Minuto de fama a parte, algo que ayuda a hacer las despedidas y el choque con la realidad más llevadero es traerse la maleta cargadita de las cosas que a uno más le gustan. Nosotros, como siempre que vamos a España, y sabiendo muy bien qué se puede llevar en la maleta y qué no cuando se viaja a Reino Unido, tenemos provisiones para mantener el colesterol bien alto por lo menos unos cuantos meses más.
Y es que la cuesta de enero cuesta un poco menos si se acompaña con un poquito de jamón ibérico y un buen queso español ¿verdad que sí? 😉
