El bus de Londres, mucho más que una alternativa al metro

Cuando uno llega a Londres por primera vez tiene la cabeza llena de sitios típicos que quiere ver, museos que no se quiere perder y demás atracciones turísticas de la ciudad. El caso es que, como suele pasar, no todo está concentrado en un mismo sitio, y en una ciudad tan grande como Londres lo primero es plantearse como se va a mover uno de un sitio a otro, pudiendo visitar todo lo que se ha planteado antes de agotar esos días de vacaciones.

La mayoría de las veces se opta por coger directamente un mapa del enorme sistema de metro de Londres y empezar a ver dónde se sube y dónde se debe bajar para ir a un sitio u otro. La verdad es que es la forma más rápida de moverse por esta ciudad, ya que puedes ir de una punta a otra en cuestión de minutos… pero, ¿y por que no coger un bus?

Muchísimos turistas limitan el uso de este transporte a únicamente hacerse alguna que otra foto delante de el, y el problema, aunque parezca mentira, es que la mayoría de la gente que no coge un bus es porque no sabe como funcionan la líneas de buses de Londres.

A parte de ser más económico que el metro, el bus no entiende de zonas, con lo cual, puedes moverte desde la zona 1 hasta la zona 4 (siempre que haya un bus que conecte ambas zonas) por tan solo £2.20 o £1.30 si dispones de una Oyster. Además de esto, cuando uno viaja en metro se pierde todo lo que está unos metros más arriba, pues con el bus, además de desplazarte hasta el lugar que quieres visitar puedes disfrutar del recorrido desde cualquiera de las ventanas del bus o si tienes suerte, desde la parte frontal de la planta superior, donde es como ir en un bus turístico. De esta forma, también puedes descubrir otros lugares por los que te gustaría pasarte más tarde.

A continuación dedicamos unas líneas a explicar el funcionamiento del sistema de buses, que aunque no es nada del otro mundo, tiene su historia.

Lo primero es acercarse a la parada de bus más cercana y echar un vistazo al mapa de las líneas de bus que pasan por la zona y identificar la línea o líneas (número y/o color) que nos sirve para llegar a nuestro destino.

Una vez tenemos esto, nos fijamos en la tabla donde aparecen todos los colores de líneas junto a unas letras (en circulos rojos). Buscamos el color o número de la línea y miramos las letras que tiene asociadas a la dirección que nos interesa.

Ahora debemos saber cual es la parada en la que nos encontramos, pues además de un nombre, todas las paradas tienen asociadas una letra. Si la parada en la que nos encontramos tiene una de las letras asociadas a la línea que nos va bien, perfecto.

En otro caso, tanto si es porque vamos en la otra dirección como si es porque la línea no pasa por nuestra parada, hay que consultar el pequeño mapa de la zona para averiguar cual es la parada más cercana, buscando las letras asociadas a la línea que queremos coger.

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